La consigna literaria era la siguiente: escribir un texto que tuviera lugar en una biblioteca infinita que fuera un laberinto. Yo pensé bastante en el asunto pero todos los caminos me llevaron a Borges. De manera que para no ser comparado y, ¡clavado!, no llegarle ni a los talones al gran escritor, no escribí nada.
LA CONSIGNA por FRANCISCO A. BALDARENA se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.
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