domingo, 13 de septiembre de 2020

LA FUGA

 

Benjamín Arbelloa, escritor de cuentos argentino, hace tiempo que quiere hacer uno sobre judíos. Busca un nombre característico para el personaje principal y le viene, de forma inconsciente y automática, el nombre harto conocido de tantas historias, películas y series Samuel ("Uno más no hará diferencia", se dice), y por el mismo proceso, lo apellida Isaacson. Después escoge el tiempo donde transcurrirá la historia y lo sitúa un poco antes de la segunda guerra mundial (nuevamente la época le viene de forma inconsciente y automática); esto le sugiere que el personaje puede, muy bien, estar huyendo de la Alemania nazi, donde los judíos son violentamente perseguidos (sí, otra vez lo inconscientemente automático vuelve a asaltarlo y de ahí en adelante el meollo de la historia correrá por ese carril). 

   Arbelloa empieza a escribir el esbozo del futuro cuento en un cuaderno de notas: 

Capítulo I: 

1) Samuel Isaacson siente que Berlín ya no es un lugar seguro para vivir, ni siquiera Alemania, acaso Europa. "La Berlín de Samuel ya no se parece a la Berlín de siempre, la verdad para nadie", escribe esta frase con tinta roja pues será parte de un dialogo de algún personaje secundario aún do definido. 

2) Para Samuel el pueblo alemán ya no es confiable; le da lo mismo si la hostilidad es por racismo o por miedo al poder y la influencia de la comunidad judía, aunque él creerá que se trata de poner a los judíos en el papel de chivo expiatorio como preámbulo de un plan siniestro por parte de Hitler; de una forma u otra ya no se siente cómodo. Todo huele a peligro. 

3) Samuel decide deshacerse de sus posesiones y sacar sus ahorros del banco antes que sea demasiado tarde; el régimen, día a día, ciñe el cerco contra la comunidad y teme quedarse sin recursos para huir. 

4) Samuel deja su casa al cuidado de su primo Moshé, que se resiste a abandonar el país, para que la venda y le envíe el dinero cuando se establezca en algún país de América del Sur. El primo insiste para que lo piense mejor, no cree que Hitler se atreva a ir más lejos con las hostilidades contra el pueblo judío, pero Samuel no lo cree así, y no bien define una parte de su situación económica se lanza a la aventura.  

   Aquí Arbelloa abandona el cuaderno hasta el día siguiente cuando volverá a abrirlo para hacer nuevas anotaciones. 

   Al día siguiente Arbelloa vuelve a las anotaciones.

Capítulo II: 

1) Samuel Isaacson abandona Alemania, cruzando la frontera con Francia. 

2) Samuel atraviesa Francia y llega a la frontera con España. 

3) Samuel atraviesa España y quince días más tarde parte en un buque rumbo a Sudamérica con destino a Buenos Aires, haciendo una pequeña escala en Rio de Janeiro. 

4) Samuel aprovecha la escala de 10 horas en Rio de Janeiro para conocer la ciudad. 

5) Samuel vuelve al navío y continúa el viaje a Buenos Aires. Samuel sueña con una nueva vida.

6) 

   Aquí Arbelloa hace una nuevo intervalo y va a la cocina a preparar el mate. Cuando vuelve, antes de empezar a esbozar el tercer capítulo, donde Samuel se reencontrará con el optimismo que siempre tuviera delante de vida, relee el segundo, pero a partir del apartado 5 cree estar delirando. 

Capítulo II: 

1) Samuel Isaacson abandona Alemania, cruzando la frontera con Francia. 

2) Samuel atraviesa Francia y llega a la frontera con España. 

3) Samuel atraviesa España y quince días más tarde parte en un buque rumbo a Sudamérica con destino a Buenos Aires, haciendo una pequeña escala en Rio de Janeiro.  

4) Samuel aprovecha la escala de 10 horas en Rio de Janeiro para conocer la ciudad. 

(Aquí, es donde Samuel empieza a creer que está delirando, pues lo escrito hace un rato no se corresponde textualmente a lo que se lee a seguir)

5) Samuel no retorna al navío ni continúa el viaje a Buenos Aires. 

(Y aquí, a partir del sexto apartado, la cosa empeora, porque Samuel, ¡increíble!, ya sabe escribir en portugués) 

6) Samuel fica no Rio, casa-se com uma mulata gostosa chamada Maria, vai todo dia à praia de Ipanema e no carnaval desfila na Mangueira, e fim da estória. 

   Arbelloa se queda boquiabierto, y doblemente sorprendido: primero por la rebelde independencia del personaje y segundo, por lo rápido que aprendió el portugués, con lo difícil que a él le resulta. 

Licencia Creative Commons
LA FUGA por FRANCISCO A. BALDARENA se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL SUICIDA Y EL LOCO

    Rapallo, Genova -  Febrero de 1883  Parado al borde del acantilado, Amedeo flexionó las piernas y cuando estaba a punto de dar el gran s...