¡Qué alma insondable la del ser humano!
"No, no quiero, suélteme degenerado", oí al pasar por aquel callejón en penumbras. Me detuve de inmediato y vi a un tipo que forcejeaba con una mujer, a la cual ya había medio desnudado. En el momento no pensé en nada, simplemente apreté los puños y sin avisarle, llegando junto al sátiro, le di un potente puñetazo en la sien. Él debió caer inconsciente, porque ni se movió. Entretanto al volverme, la inesperada sorpresa: la mujer no me dio tiempo de atajarme siquiera, se me tiró encima haciéndome trastabillar y caer junto al tipo. Aún confundido por aquella reacción desconcertante, alcancé a oír que me decía:
"Entrometido de mierda, no ves que a mí me gusta así".
La Intromisión por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario