viernes, 6 de noviembre de 2020

LA DESILUSIÓN DE SHINEGONI

 Shinegoni Kido, leyendo en la sección amor por correspondencia en un diario de Matsue, se interesó por una chica cubana llamada Rosario y decidió escribirle. 

La carta de Shinegoni decía así: 

   Quelida Losalio: me encantalía colespondelme contigo. Aquí van algunos datos soble mi pelsona. Soy muy tlabajadol, tengo casa plopia y me gusta el mal, la alena y también paseal pol la montaña. Además soy bastante caselo y me gustalía tenel tles niños: dos valones y una mujel. Bien, quelida Losalio, pol ahola no tengo mucho más pala decilte. Espelo tu lespuesta espelanzoso. 

Con caliño, Shinegoni. 

   Pasó un mes y llegó la respuesta de Rosario. 

La carta de Rosario decía así: 

   Quelido Shinegoni, te cuento que tu calta me ha dejado muy contenta. Veo que ambos cleemos en el amol sin flontelas. A mí también me encantalía conocelte y de sel posible lo más bleve posible. Soble mí debo decilte que me gusta tlabajal, me gustan las laboles del hogal, asal pan, hacel toltas, en fin, la culinalia en genelal. Yo también soy muy casela, aunque de vez en cuando me gusta il a vel el mal. Bien, quelido Shinegoni, hasta ahola esto es todo lo que tengo pala contalte soble mi vida. 

Atentamente: tu cubanita enamolada. 

   La madre de Shinegoni al ver que su hijo, que tan contento se había puesto cuando lo llamó el cartero y ahora, sin embargo, se lo veía triste y callado, se le acercó para indagarlo al respecto. 

   Dime, hijo mío, ¿qué tienes que te veo tliste y cabizbajo, tan contesto que estabas hace poco? Shinegoni rompió en lágrimas y se arrojó a los brazos de su amada madre y entre sollozos desgarrados le contó sobre su pesar: 

   Me equivoqué con Losario, mamá; mila la calta que me ha esclito. ¡Mila, mamá, mila!, cómo se líe de mi folma de hablal, esa maldita bulista. La madre abrazó con ternura a su herido hijo y le aconsejó: 

   Mándala a la mielda. 

                                                                              

Licencia Creative Commons
LA DESILUSIÓN DE SHINEGONI por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.

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