martes, 3 de noviembre de 2020

LAS MALAS LENGUAS

  La muchacha entró a la cocina con la fuerza de un huracán. 

   ¡Mamá, mamá!, el conde Drácula me ha invitado a su castillo, ¿puedo ir?, preguntó, eufórica. 

   Claro, hija, dijo la madre, y le advirtió, pero no te olvides de bañarte con agua de ajo y de llevar el crucifijo. Sabes lo dicen sobre él las malas lenguas. 

                                                                         

 Licencia Creative Commons

LAS MALAS LENGUAS por Francisco A. Baldarena se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://creativecommons.org/choose/?lang=es#metadata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL SUICIDA Y EL LOCO

    Rapallo, Genova -  Febrero de 1883  Parado al borde del acantilado, Amedeo flexionó las piernas y cuando estaba a punto de dar el gran s...